ME CUIDO, NO ME CUIDO

¿Sabemos cuidarnos? Y si sabemos ¿lo hacemos? Posiblemente en muchas ocasiones sí y en tantísimas otras, nada de nada.

Para muchas personas, cuidarse es medir constantemente qué comer, cuánto ejercicio hacer, las horas que debe dormir, meditar, cómo respirar y una lista de cosas que acaban viviéndose como obligaciones.

Para otras muchas, la norma es rechazar cualquier estilo de vida saludable.

Y la gran mayoría, toman y sueltan los buenos hábitos según el día de la semana o el momento vital.

¿Cómo conseguir una armonía en el cuidado personal? De eso quiero hablarte en este artículo.

Para entender qué es el autocuidado, necesitamos valorar la relación que tenemos con nuestro cuerpo. Es decir, el respeto que te tienes a ti mismo y el amor que eres capaz de darte. Se trata de una fórmula en la que no solo atiendes lo que necesita tu cuerpo físico, sino también lo que necesita tu ser.

Seguramente te des cuenta de dos necesidades distintas.

  • Lo que tu cuerpo necesita de verdad. Una realidad clara y objetiva sobre qué te ayuda a estar saludable físicamente. En este sentido puede que necesites el asesoramiento y criterio profesionales.
  • Lo que tu mente cree que necesitas. Se trata de lo que te cuentas a ti misma/o. Una serie de presuposiciones y esquemas mentales que has acuñado en tu mente y que van a condicionarte sin darte cuenta.

Nuestro cuerpo no está separado de nuestra mente, más bien caminan juntos. Para que todo vaya bien, necesitan ponerse de acuerdo, ir de la mano.

 

Si quieres cuidarte bien y de forma equilibrada, deberás poner los niveles lógicos de tu mente a punto.

 

 

¿Qué significa poner equilibrio en nuestros niveles lógicos?

Primero: tener los conocimientos de lo que necesita exactamente tu cuerpo. No todo vale para todos.

Segundo: usar tus recursos psicológicos orientados a una meta:

  • Saber reconocer y calmar las emociones que disparan conductas automáticas como el abandono, el postergar, ignorar tu salud.
  • Determinar el valor que esa meta aporta a tu vida y tenerlo muy presente. Dar el sentido de bienestar a tu estilo de vida.
  • Sentirte y creerte capaz de lograrlo. Necesitas fortalecer tu autoestima, el autocontrol emocional y el sentimiento de independencia para poder coger las riendas de tus cambios. Al principio puedes necesitar ayuda, pero esa ayuda debe ir encaminada a proporcionarte conocimientos e independencia. Los cambios «remediativos» no sirven, es importante que «transformen» (este es un punto esencial).
  • Identificarte con la persona que quieres ser. Comer, pensar, vivir, actuar en armonía contigo misma/o. No imitar, no desear imposibles o negar tu esencia, sino apostar por ti y dedicar tiempo al autoconocimiento.

Conseguir unos hábitos saludables de vida, es sin duda un esfuerzo consciente. Pero te dará muchos frutos y, mientras aprendes a cuidarte, hallarás el camino más fácil, más natural y sostenible para expresar lo mejor de ti.

Reeducar tus hábitos es ser más tú. https://www.lolanoguera.es/tecnicas-naturales/naturopatia-y-coaching-salud/